La mayoría de las especies de aves playeras que pasan el invierno en la bahía de Tomales, incluidos el correlimos común, el correlimos occidental y el correlimos menor, se reproducen en el Ártico de Alaska y Canadá. Tras la cría viajan al sur, a la costa occidental de Norteamérica y Centroamérica, para pasar el invierno alimentándose en ricos estuarios costeros. Estas aves son fascinantes y hermosas y desempeñan un importante papel en los ecosistemas a lo largo de sus rutas migratorias.

El seguimiento de los cambios en el número de aves playeras puede ayudarnos a identificar las amenazas a sus poblaciones y a la salud general del ecosistema. Nuestro proyecto de seguimiento forma parte de un esfuerzo de colaboración más amplio a lo largo de toda la costa occidental de las Américas que sigue la evolución de las poblaciones de aves playeras. Al contribuir a este esfuerzo a gran escala, podemos garantizar la disponibilidad de datos para planificar esfuerzos de conservación en todo el continente que se ajusten al alcance de las migraciones de estas aves.