Para una garceta grande, la bahía de Tomales está llena de comida, pero esa comida no siempre está disponible. Cada dos semanas, en torno a las lunas nueva y llena, las mareas más bajas y las mayores oportunidades de búsqueda de alimento coinciden con las primeras horas de la mañana, lo que facilita el desayuno en la bahía. Durante las mareas bajas, cientos de hectáreas de hierba marina intermareal quedan expuestas, lo que permite a las garcetas apuñalar a los arenques durante los desoves o cazar peces pipa, que intentan enroscarse en el pico de la garceta para evitar ser engullidos. Cuando el ciclo de las mareas cambia y las mareas matinales suben, la hierba marina está expuesta durante menos horas al día, lo que reduce las oportunidades de alimentación en la bahía. En esos momentos, las garcetas se desplazan a estanques y arroyos del interior para cazar peces pequeños o recorren en grupo los pastos circundantes para capturar roedores.
En junio de 2017, el equipo de ACR en el Centro de Investigación Cypress Grove colocó marcas satelitales del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) en tres garcetas grandes (descritas en el Ardeid 2017). Aunque ya sabíamos que las garcetas reales de la bahía de Tomales alteran su comportamiento con las mareas, no nos dimos cuenta de lo en sintonía que están con los ciclos de las mareas hasta que empezamos a utilizar etiquetas GPS para estudiar los movimientos de aves individuales.
Cuando están en la bahía, pasan las mañanas persiguiendo a sus presas a lo largo de las llanuras de lodo poco profundas, siguiendo la subida y bajada de la marea para adaptarse a su profundidad preferida de unos 20-30 cm. En el interior, buscaban arroyos y estanques de granjas, posándose periódicamente en zonas altas de árboles. Cuando las mareas pasaban a una parte más extrema del ciclo, con los lechos de hierba marina expuestos a primera hora de la mañana, regresaban a la bahía de Tomales.
La imagen de arriba -una porción del norte de la bahía de Tomales- muestra cómo las garcetas grandes utilizan los lechos de hierba marina y las marismas poco profundas de la bahía en sus actividades de alimentación. La imagen de la izquierda muestra los canales profundos que serpentean entre los lechos de hierba marina poco profundos (zonas oscuras) y las marismas sin vegetación. La imagen de la derecha muestra todos los puntos GPS registrados por cualquiera de nuestras aves marcadas desde junio de 2017 hasta el 22 de noviembre de este año.
Este es solo uno de los interesantes descubrimientos que hemos hecho en el primer año de seguimiento de estas majestuosas aves. En el nuevo número de Ardeid, la revista de Ciencia de la Conservación de ACR, se revelan más datos. Artículo y gráficos del ecólogo aviar de ACR David Lumpkin. El artículo comienza en la página 10 > https://egret.org/sites/default/files/acr_ardeid_2018.pdf